Obra conceptual realizada durante el confinamiento de Marzo/Mayo de 2020.

Originalmente compuesta solo por el tronco principal pretende mostrar como las fuerzas externas modelan nuestro comportamiento y nos empujan inexorablemente en una dirección obligatoria.

Con posterioridad, naciendo desde la base y el tronco se añadieron las nuevas variantes, algunas de ellas florecientes.

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A pesar de nuestros intentos como especie de domesticar la naturaleza y ponerla a nuestro servicio, los humanos no somos mas que una pieza de un inmenso puzle que no alcanzamos a comprender.

La naturaleza manda y nosotros nos adaptamos, en eso somos maestros, en eso y en pensar que tenemos el control sobre la situación y que en el peor de los casos nos seguiremos adaptando.

No ha hecho falta un cataclismo para ponernos contra las cuerdas como sociedad, un microscópico virus ha sido suficiente para demostrarnos que la naturaleza puede cambiar las reglas, los tiempos y todo lo que pensábamos que era seguro y perdurable en cuestión de semanas.

Y en nuestra soberbia, una vez superada la crisis, seguimos pensando que nos adaptaremos a todo lo que suceda y aceleraremos nuestro extenuante ritmo de explotación de cualquier tipo de recurso que genere actividad económica y que podamos disfrutar hoy, no vaya a ser que el mundo se acabe mañana. O nos lo cierren.

Javier Badiola